Casi todos los días tomo el metro. Aunque la gente se queja horrores del metro de Caracas - hay días terribles es cierto- es mas o menos igual que los metros de todas las grandes ciudades. Las mismas fallas pero el nuestro tiene aun grandes virtudes: es limpio, la gente no come en los vagones. Las calamidades que mas me afecta los empujones y la música que la gente escucha a altísimo volumen en sus dispositivos de audio.
Pero lo que mas me sorprende es la selección musical de la gerencia del metro -sobre todo- la grata sorpresa de escuchar música de relajación china en los andenes cada mañana.
Es una rarísima sensación, la mezcla entre campanitas, guqin, flautas de bambú y el reggaeton que escuchan los usuarios desde sus celulares.
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